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Los poderes de los 12 signos
¿Sabías que los 12 signos del zodiaco tienen algo que enseñarnos? Cada uno de ellos encierra una lección que, una vez aprendida, nos permite conquistar el poder. A partir de esto, entiende que el propósito de la vida es adquirir estos 12 poderes. Cuando lo logres, te habrás graduado de la escuela Planeta Tierra.
Todos tenemos los 12 signos en la carta natal y trabajaremos cada uno de ellos en diferentes áreas de la vida. Los signos son como los temas que vinimos a estudiar. Con esto en mente, trata de observar en ti mismo cómo expresas la energía de cada signo. Es común que expresemos muchos, si no todos, los signos a través de sus bajas vibraciones. Y darse cuenta de esto es el primer paso en el camino para aprender la lección del signo y desarrollar su poder en nosotros. Trate de ser consciente de lo que es expresar el signo de una manera elevada, porque eso es lo que llegamos a aprender para acceder realmente a su poder. Siendo consciente de esto, trabaja en ti mismo, en tu proceso interior de sanación y reforma. Eso es lo que vinimos a hacer aquí, para eso vivimos. No vinimos a dar un paseo... tenemos un trabajo que hacer. Tenemos nuestra tarea, nuestra práctica diaria. Así que ponte manos a la obra, en tu proceso de construir tu mejor versión.
Aries
Aries, como todos los signos del elemento fuego, contiene la llama de la vida, la motivación, algo que nos enciende y nos da ganas. En este caso, es el fuego cardinal, el que trae la voluntad de iniciar algo.
La energía de Aries puede entenderse como algo que nos impulsa a tomar una decisión... es entonces cuando decidimos a dónde ir... es cuando decidimos lo que vamos a hacer. Es el poder de la iniciativa.
Esta energía está presente en cada minuto de nuestra vida y es la responsable de crear nuestro futuro. Con cada decisión, damos un paso y creamos un camino de posibilidades derivadas de ese paso.
Así que Aries es el encargado de marcar el camino. Es él quien crea el camino y conduce a los demás. De ahí sus atributos de valiente, independiente y auténtico.
En desequilibrio, esta energía puede ser reprimida en nosotros, dejándonos inseguros sobre qué hacer o hacia dónde ir. Seguimos buscando a alguien más que pueda decidir eso por nosotros... es el miedo a estar solo.
O incluso, esta energía puede ser en exceso, cuando siempre queremos tener el poder de decisión y terminamos imponiendo nuestros deseos a los demás.
En ambos casos, la ira, la frustración y la agresión pueden estar presentes.
Todos tenemos a Aries en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y date cuenta de cómo es tu poder para tomar tus propias decisiones. ¿Puedes tomar la iniciativa? ¿Y da espacio a las iniciativas del otro?
Toro
Tauro es un signo del elemento tierra, ligado a la materia, a todo lo concreto, real y manifestado. En este caso, se trata de suelo fijo, relacionado con nuestra capacidad de construir y materializar.
La energía de Tauro puede entenderse como algo que nos hace sentir fuertes, capaces, hábiles. Es la conciencia de nuestros talentos naturales. Nos damos cuenta de que podemos construir... y entendemos que eso nos da un papel en el mundo.
Esta energía es la responsable de la formación de nuestra autoestima, a través de la toma de conciencia de nuestro valor. Descubrimos que somos valiosos, somos importantes para el mundo, porque tenemos un talento que es importante para otras personas.
Todos necesitamos sentirnos importantes, más allá de cuestiones de ego. Esto es genuino y parte de la conciencia de que somos interdependientes. Somos una red y nos necesitamos unos a otros para que el conjunto funcione.
En este contexto, aprendemos el valor de las cosas, es decir, nuestro valor, el valor de los demás y el valor de los recursos materiales disponibles y los bienes materiales que construimos. Cuando aprendemos a valorar, aprendemos a vivir en equilibrio dentro del sistema y alcanzamos la abundancia.
Cuando reprimimos la expresión de la energía de Tauro, podemos tener baja autoestima, dificultad para recibir o sentirnos incómodos con tener dinero. Por ejemplo, no podemos cobrar un precio justo por nuestro trabajo. Y no podemos disfrutar de los placeres de los 5 sentidos.
Por el contrario, cuando la energía de Tauro está en exceso, podemos apegarnos mucho a todo lo que construimos, temer al cambio y exagerar los placeres de los 5 sentidos, con compulsiones por la comida, el consumo, el sexo y el lujo.
Todos tenemos un Tauro en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y date cuenta de cómo tu estimación de valor es sobre ti mismo, sobre el otro y sobre los bienes materiales. ¿Has aprendido a valorar lo que realmente importa?
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mellizos
Géminis es un signo del elemento aire y, como tal, está ligado a nuestra interacción con otras personas, a través de la mente y la comunicación. En este caso es el aire cambiante, el que nos hace cambiar, crecer, expandirnos. Esto significa que nos volvemos más inteligentes a medida que intercambiamos información con otras personas.
La energía de Géminis se puede percibir a través de la curiosidad por escuchar lo que el otro tiene que decir. Se puede percibir a través de la sociabilidad, el deseo de hablar y escuchar, el deseo de aprender y enseñar... es el deseo de intercambiar con el otro lo que tenemos dentro de nuestro universo privado y absorber lo que el otro tiene en su universo.
Esta energía es la encargada de infundirnos entusiasmo y alegría de vivir... porque es en el intercambio que nuestro aprendizaje cobra sentido... es en el compartir que la vida gana gracia.
Y así, como alumnos de una misma escuela, intercambiamos experiencias y contribuimos al aprendizaje de los demás.
Cuando suprimimos la expresión de la energía de Géminis, podemos volvernos tímidos, antisociales, introvertidos. Esto no solo impide que se manifieste nuestra expresión natural, sino que también reprime nuestra curiosidad por saber qué nos puede aportar el otro. Y, de esta forma, no se produce el intercambio... y no logramos aumentar nuestra inteligencia y la del otro.
Por el contrario, cuando tenemos una expresión exagerada de Géminis, podemos hacer un mal uso de la comunicación, a través de mentiras, chismes y quejas, por ejemplo. Sería un exceso de curiosidad... pero una curiosidad superficial, que tampoco nos ayudará a ser más inteligentes...
Todos tenemos gemelos en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y fíjate cómo es tu curiosidad... ¿Te hace crecer o decrecer?
Cáncer
Cáncer es un signo del elemento agua, ligado a nuestros sentimientos. En este caso es el agua cardinal, la que forma nuestra base emocional. Aquí es donde aprendemos a sentir.
La energía del cáncer se puede percibir a través de la alimentación emocional... Es una energía que nutre, que quiere dar amor. Es como una madre, cariñosa, sensible a las necesidades de su hijo, que quiere cuidar y proteger.
Date cuenta de que esta energía nutricia y nutritiva de la madre es una necesidad básica que todos tenemos. Necesitamos ese lugar donde podamos relajarnos y descansar, ya que sabemos que estamos seguros, al lado de alguien que nos ama incondicionalmente.
¡Y ahí está el quid de la cuestión! ¡El cáncer quiere enseñarnos a ser nuestra propia madre! Solo nosotros mismos podemos satisfacer nuestras necesidades emocionales de amor, cuidado, afecto y atención. No podemos subcontratar algo tan importante como ser la fuente de nuestro bienestar emocional.
Cuando reprimimos la energía del cáncer, nos convertimos en eternos “niños”. Seguimos añorando a alguien que pueda darnos la seguridad emocional que necesitamos. Esto puede hacernos sentir como una víctima en cada situación... y llevarnos a hacer un drama para llamar la atención. La carencia del cáncer conduce a la carencia ya la fragilidad emocional.
Por el contrario, cuando tenemos una expresión exagerada de cáncer, podemos volvernos muy protectores con el otro, pensando que el otro necesita de nosotros para sentirse seguro. En este caso, mira si puedes dejar que la otra persona encuentre su propia fuerza y capacidad para ser independiente... porque demasiada protección puede debilitar al otro.
Todos tenemos cáncer en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y date cuenta de dónde está tu seguridad emocional. ¿Viene de la atención que te das a ti mismo o depende de la atención del otro?
León
Leo es un signo del elemento fuego y, como tal, contiene la llama de la vida, el combustible que nos enciende y nos da ganas. En este caso, es el fuego fijo, que trae la voluntad de existir, de expresarse y de ser visto.
Esta es una voluntad primordial de nuestro espíritu. Quiere expresarse. Y, como somos luz, nuestro espíritu quiere brillar e iluminar.
Entonces el león quiere que aprendamos a dejar que nuestra luz brille. Y eso sucede siempre que somos espontáneos... La espontaneidad surge cuando tenemos una fuerte conexión con nuestra esencia... Y la espontaneidad es apasionante, es cautivadora, es luz, que alumbra e inspira a los demás.
Necesitamos aprender a ver nuestra propia luz... Este es un hermoso proceso de descubrimiento... Que nos lleva a enamorarnos verdaderamente de nosotros mismos. Y de ahí nace una genuina admiración por nosotros mismos y, en consecuencia, el amor propio y la confianza en uno mismo.
Mientras tanto, podemos expresar la energía del león de forma reprimida. Como cuando no queremos que nos vean... no nos sentimos cómodos brillando... preferimos atenuar nuestra luz. Y esto desequilibra el sistema, ya que bloqueamos la manifestación de nuestro espíritu y aun así evitamos que otras personas sean iluminadas por nuestra luz.
O, de nuevo, es posible que queramos ser vistos más que los demás. Es como necesitar brillar más para sentirse seguro. También bloquea la espontaneidad y disminuye la función de iluminar e inspirar... ya que la expresión se ve obligada a parecer lo que no es...
Todos tenemos un león en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y fíjate cómo es tu deseo de ser visto. ¿Libera o aprisiona tu espontaneidad?
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Virgen
Virgo es un signo del elemento tierra, ligado a la materia, a todo lo concreto, real y manifestado. En este caso se trata de la tierra cambiante, que nos hace cambiar, crecer y expandirnos, a través de la práctica y superación diaria.
Podemos entender la energía de Virgo como un deseo de practicar, de repetir, de hacerlo mil veces, en busca de mejorar nuestro talento y el producto de nuestra construcción.
Así que Virgo nos convierte en trabajadores meticulosos y detallistas. Nos hace dedicados, porque hacemos nuestro trabajo con amor y queremos hacerlo lo mejor que podemos. Virgo nos hace organizados, sistemáticos y sumamente prácticos. Creamos métodos, los ponemos en práctica, observamos detenidamente, para ver qué funciona, qué tiene sentido, qué es útil. A partir de ahí, cortamos lo que no se necesita, hacemos cambios, nos adaptamos. Y así vamos cambiando, puliendo, perfeccionándonos. Y así mejoramos las cosas que nos rodean.
Cuando suprimimos la expresión de la energía de Virgo, podemos hacer las cosas sin cuidado, descuidadamente, sin cuidado y sin cuidado. Esto viene de una desconexión con nosotros mismos y una falta de amor por lo que estamos haciendo. Y el resultado es que no seremos capaces de mejorarnos a nosotros mismos. Estaremos estancados.
Por el contrario, cuando tenemos una expresión exagerada de Virgo, podemos volvernos demasiado críticos y perfeccionistas. Y luego llegamos a ese lugar donde nunca pensamos que somos lo suficientemente buenos... nos cobramos demasiado... tomamos tiempo para ponerlo en práctica porque pensamos que no estamos listos. ¡Es un miedo terrible a cometer errores! Necesidad de control... ¡Pero cometer errores es parte del proceso de aprendizaje y evolución! Quien no se permite equivocarse también acaba estancado.
Todos tenemos un Virgo en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y darte cuenta de cómo tu voluntad es ser mejor cada día. ¿Te hace avanzar o estancarte?
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Libra
Libra es un signo del elemento aire, ligado a nuestra interacción con otras personas, a través de la mente. En este caso, es el aire cardinal, en el que formamos nuestra forma de vivir unos con otros y hacer alianzas.
Entender la asociación como cualquier relación de colaboración que apunta a un objetivo común. La base de toda unión es que tenemos un mismo fin. Este es el ingrediente esencial para que se confíe en nosotros. Si sabes que nuestro propósito es importante para mí, tendrás la confianza de que estaré a tu lado para construirlo.
Entonces, en Libra hacemos alianzas. Unimos fuerzas para multiplicar resultados. ¡Juntos podemos llegar más lejos! Y más que eso: ahora, mis acciones comienzan a contribuir a la vida de otra persona. Le da un nuevo significado a mi vida.
¿Cómo actuamos cuando aprovechamos el poder de Libra y aprendemos a asociarnos? Somos amables, diplomáticos, escuchamos lo que el otro tiene que decir y buscamos el equilibrio entre mis necesidades y las del otro. Por tanto, Libra aporta una energía de conciliación, ligereza, equilibrio, justicia y armonía.
En desequilibrio, esta energía puede ser reprimida en nosotros, dejándonos inseguros acerca de las asociaciones. Es como tener miedo de que la otra persona nos decepcione. Y entonces no nos abrimos realmente a la unión y preferimos mantener nuestra independencia preservada.
O incluso, esta energía puede estar en exceso, cuando siempre queremos tener a alguien a nuestro lado para compartir la vida. Somos dependientes unos de otros. Incluso podemos ponernos en un segundo plano cuando hacemos demasiadas concesiones y nos cuesta decir que no.
Todos tenemos a Libra en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y vea cómo les está yendo a sus asociaciones. ¿Ambos están contribuyendo por igual a ir en la misma dirección?
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Escorpión
Escorpio es un signo del elemento agua, ligado a nuestros sentimientos. En este caso se trata de agua fija, donde profundizamos el sentimiento. Aquí es donde aprendemos a relacionarnos unos con otros y con la vida. Aquí es donde aprendemos a amar.
El acto de involucrarse con algo es como mezclarse con ese algo... hay un proceso de fusión... y eso se vuelve parte de nosotros. Así se crean los lazos que nos unen.
Todo lo que amo es parte de mí... está conmigo y siempre sigue conmigo.
Todo lo que amo es lo que le da sentido a mi vida. Vivimos por todo lo que amamos.
El gran desafío en el camino para aprender a amar es el apego. El deseo de tener con nosotros al objeto de nuestro amor hace que desequilibremos la energía de Escorpio. Porque empezamos a tener miedo al final... Es el miedo a las partidas. Y la vibración del miedo nos impide acceder a la vibración del amor.
Quien ama con miedo, no ama de verdad. Estás experimentando el sentimiento de apego... que es turbulento y doloroso de sentir.
La solución para deshacerse del miedo es comprender la impermanencia de la vida. Y eso viene cuando aprendemos a bendecir los fósforos, porque sabemos que el final no existe. Los lazos son eternos y los movimientos que separan son los mismos que unen más adelante.
En desequilibrio, la energía de Escorpio puede ser reprimida en las personas. Esto sucede cuando preferimos no involucrarnos. Creemos que tenemos el control de la situación porque no amamos al otro.
O bien, esta energía puede estar en exceso... como cuando somos demasiado intensos, lo que lleva a la obsesión, los celos, la posesividad y el control.
Todos tenemos escorpiones en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y nota cómo expresas tu amor. ¿Tu corazón te domina, está dominado por ti o es libre y ligero para amar?
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Sagitario
Sagitario es un signo del elemento fuego y ritmo cambiante. El fuego es motivación. Es el combustible que nos enciende y nos hace querer. Y mutable es cambiar, crecer y expandirse.
Entonces Sagitario quiere ir, explorar. Quiere saber más y más. Es el explorador aventurero. Siempre buscando el movimiento, para acumular más experiencia. Lanza su flecha y la persigue, hacia lo nuevo.
El propósito de Sagitario es promover la expansión de nuestra conciencia. A esto trae la llama del interrogador filosófico. Eso significa que hay un propósito para tu aventura. Explora la vida en busca de algo más grande. Algo que te haga crecer y adquirir sabiduría. Algo que le da sentido a tu vida.
En un momento, Sagitario lanza su flecha a algo que lo hace sentir una profunda inspiración. Esto le hace seguir apasionadamente en esa dirección, para absorber todo lo que pueda sobre este nuevo universo que se le ha abierto.
Cuanto más camina, más experiencia adquiere. Y eso le hace transmitir su conocimiento y contribuir a la expansión de la conciencia colectiva.
Desequilibrado, podemos quedarnos con una expresión reprimida de Sagitario. Como cuando perdemos el propósito mayor dentro de nuestra aventura y nos permitimos excesos en la experimentación. Terminamos viviendo experiencias diferentes que no nos llevan a ninguna parte.
O aún, nos podemos quedar con una expresión exagerada de este signo, llevándonos al fanatismo, a la arrogancia intelectual y a una tendencia a querer adoctrinar al otro con nuestras filosofías de vida.
Todos tenemos a Sagitario en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y date cuenta de cómo tus experiencias de vida contribuyen a expandir la conciencia del colectivo. ¿Empujan a otros hacia adelante o hacia atrás?
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Capricornio
Capricornio es un signo del elemento tierra y del ritmo cardinal. La tierra está conectada con todo lo que es concreto, real y manifestado. Y cardenal es el comienzo. Por eso, aquí formamos las bases que sustentan nuestra forma de construir y materializar. Y esta modalidad se compone de unos cuantos pilares.
Tenemos que definir lo que queremos construir. Luego planifique los pasos para llegar allí y luego comprométase con el proceso.
En este camino, seguramente surgirán dificultades que pondrán a prueba nuestro compromiso. A medida que aprendemos a lidiar con estos desafíos, maduramos. Así, Capricornio nos enseña a madurar, a ser responsables y a tomar con seriedad las acciones necesarias para lograr nuestro objetivo. Con el tiempo, ganamos músculo para superar la adversidad. Y cada vez somos más tolerantes y pacientes.
Cuando conquistamos el poder de Capricornio, nos volvemos capaces de materializar grandes cosas, a medida que adquirimos sus cualidades, de ser responsables, comprometidos, enfocados y disciplinados.
En desequilibrio, esta energía puede ser reprimida en las personas, como cuando somos incapaces de asumir compromisos. No damos continuidad... procrastinamos... Creemos que todo es demasiado pesado... demasiado difícil... Hacemos un poco y ya pensamos que hemos hecho mucho y con eso es suficiente por hoy.
O incluso, esta energía puede ser exagerada, cuando somos adictos al trabajo, exigiéndonos un exceso de productividad y no permitiéndonos descansar. Hacemos mucho y, aun así, siempre pensamos que podemos hacer un poco más. Tenemos que sentir que le estamos sacando el máximo partido. Y seguimos hasta el agotamiento.
Todos tenemos a Capricornio en algún lugar de nuestra carta natal. ¡Mirate! Y fíjate cómo es tu madurez y compromiso. ¿Puedes dar lo mejor de ti de una manera equilibrada y sostenible?
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Acuario
Acuario es un signo del elemento aire y ritmo fijo. El aire es interacción con otras personas a través de la mente. Y fijo es reafirmar, arreglar, mantener, estabilizar. En un acuario nos integramos en el colectivo y participamos en la sociedad.
Acuario tiene un impulso de cuestionamiento. Es el interrogador justo. Realmente se preocupa por las personas y lucha por sus ideales de igualdad, libertad y colectividad. Cuestiona la forma en que vivimos y siente indignación cuando algo anda mal.
Aquário promueve acciones que causan impacto social. Utiliza su inteligencia a favor del colectivo, para educar, concienciar y liberar al mayor número de personas posible.
La energía de Acuario es responsable de traer la evolución. Es una energía revolucionaria que quiere que la humanidad prospere, que el medio ambiente prospere y que todos tengan las mismas condiciones para desarrollarse.
En desequilibrio, la energía de Acuario puede ser reprimida en las personas. Como cuando perdimos la capacidad de indignarnos. Aceptamos el mundo tal como es. Dejamos de preocuparnos por las desigualdades... y terminamos acostumbrándonos a vivir bajo el yugo del sistema.
O incluso, esta energía puede exacerbarse en nosotros, cuando nos volvemos demasiado reactivos. Atacamos para defendernos, porque nos sentimos agraviados. Y así, terminamos siendo injustos entre nosotros.
Todos tenemos un Acuario en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y fíjate cómo es tu capacidad de indignarte ante la injusticia, la desigualdad, la mentira y la manipulación. ¿Estás resignado, eres hiperreactivo o tienes el ingrediente adecuado que te lleva a pensar en soluciones para el bien de todos?
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Pescado
Piscis es un signo del elemento agua y ritmo mutable. El agua está relacionada con nuestros sentimientos y cambiante es cambiar, crecer y expandirse. En Piscis nos involucramos emocionalmente con el colectivo y somos sensibles a lo que siente el otro. Esto nos hace evolucionar, a través de la colaboración y la unión.
Realiza la energía de Piscis a través de la empatía y la compasión. Es la capacidad de ser conmovido por las experiencias de los demás. Es amor incondicional. Y esta es la fuerza más grande que existe en el universo. Es una fuerza de fusión, que nos conecta y nos fortalece.
El amor incondicional es la base del universo. Y cultivar el amor es cuidar a los demás. No puede haber egoísmo.
La colaboración es un ingrediente fundamental para que la humanidad prospere. Sin colaboración no hay complejidad. Y somos un sistema complejo. Nos necesitamos unos a otros, cada uno haciendo su parte, por el bien de todos.
En desequilibrio, podemos expresar la energía de Piscis de forma reprimida, como cuando no sentimos empatía. No nos vemos. En este caso nos convertimos en individuos que funcionan sólo para sí mismos. Y esto es una anomalía. Esto degrada el sistema y amenaza toda la existencia.
O bien, podemos expresar la energía de Piscis de manera exagerada, como cuando somos demasiado compasivos y terminamos volviéndonos permisivos con situaciones de abuso.
Todos tenemos peces en algún lugar de la carta natal. ¡Mirate! Y fíjate cómo es tu capacidad de conmoverte con lo que siente el otro. ¿Está contribuyendo a cuidar tanto su bienestar como el del otro?
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